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01/04/2019

Cómo aplicar agroquímicos de manera eficiente

Uno de los aspectos más importantes para lograr una mayor productividad es la obtención de la máxima eficiciencia en la aplicación de agroquímicos.

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Un informe de la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (Aapresid) ofrece una serie de recomendaciones para tener en cuenta a la hora de utilizar los fitosanitarios en el campo.

Como se sabe, la eficiencia en la aplicación de agroquímicos "depende de factores tecnológicos y de las condiciones ambientales, como temperatura, humedad relativa, velocidad del viento, lluvia", indica el trabajo.

"Estas últimas variables pueden afectar los resultados esperados y, en consecuencia, requieren ser estudiadas en su comportamiento a través del tiempo. En general, temperaturas elevadas y baja humedad relativa aumentan la evaporación o volatilización del producto aplicado; velocidades del viento altas aumentan la "deriva" -llevan el producto fuera de su destino-, y las lluvias pueden lavarlo", añade.

Así, las condiciones correctas para la apliación son las siguientes:

temperatura menor de 30°C
humedad relativa mayor que el 55 por ciento
velocidad del viento menor a 10 km/h
y ausencia de lluvia.
"Estos índices se utilizaron para evaluar las condiciones ambientales para la aplicación de agroquímicos en tres subestaciones del INTA", sostiene.

"Con las actuales condiciones climáticas de elevadas precipitaciones y con una frecuencia marcada, la tecnología de aplicaciones de agroquímicos adquiere una dimensión importante, ya que se debe prestar atención al impacto que queremos provocar en la protección del cultivo y si realmente podemos cumplir con el objetivo de la aplicación", añade.

Las enfermedades, bajo estas condiciones, proliferan en gran magnitud; por eso el control sanitario se presenta necesario y continuo para los cultivos estivales. La dificultad que se acentúa es la presencia de las enfermedades en las partes inferiores del canopeo por lo cual la penetración de los productos fitosanitarios debe ser eficaz para llegar a combatir a los patógenos a esas zonas de mayor humedad y también menor intensidad lumínica, condiciones favorables para muchas enfermedades.

Debido a esto, se hace necesario controlar aspectos básicos de la aplicación como: tamaño de gotas, números de impactos planteado como objetivo, teniendo en cuenta la deriva que puede ocasionar el viento.

A su vez, se presenta la disyuntiva entre qué productos aplicar en conjunto con el agroquímico específico para el control. En condiciones de alta humedad relativa, los tensoactivos aparecen como la mejor opción, ya que los volúmenes a aplicar por hectárea son menores y los costos también se diluyen. Esto, a diferencia de los aceites que deben utilizarse en condiciones de humedad relativa más bajas, y que además requieren de mayores volúmenes de aplicación por hectárea, con lo cual la operatividad de la aplicación es de mayor complejidad. Sumado a estos factores, los costos de aplicación de los aceites son mayores que los tensoactivos y antievaporantes.

Por la humedad actual del suelo, se complica la aplicación terrestre, además de la rapidez con la que se requieren realizar algunas aplicaciones para proteger el cultivo, se hace necesario contar con las aplicaciones aéreas.

El ingeniero agrónomo Rubén Massaro explica que ante las condiciones actuales de alta humedad relativa y temperatura, la evaporación de las gotas de los fitosanitarios es significativa, porque a diferencia de lo que se piensa generalmente, el aire húmedo demanda agua, es por eso que se produce una evaporación considerable.

En los aditivos, se recomienda la utilización de antievaporantes, ya que estos disminuyen la cantidad de fitosanitario evaporado por unidad de área foliar. Mientras que en insecticidas puntualmente, el uso de tensoactivos permite mejor contacto de los mismos con los vegetales, y pueden cumplir con su función, ya que un contacto homogéneo en toda la planta, permite que sea ingerido por los insectos y producir la muerte de los mismos, cumpliendo con el objetivo de la aplicación.

Se debe tener presente que no es buena la aplicación de tensoactivos en ambientes con baja humedad relativa, ya que las gotas de agua se encuentran más dispersas, debido a la disminución de las fuerzas de cohesión provocada por el tensoactivo, por lo cual las gotas son más susceptibles a la evaporación, y se produce una pérdida considerable del agroquímico aplicado.

Massaro destaca la importancia de la altura de la barra del implemento con el cual se realiza la pulverización, ya que una medida óptima para la aplicación sería de unos 50cm por encima del nivel del suelo. Pero muchos operarios trabajan con alturas mayores, e incluso se recomienda la utilización de patines en las puntas de los botalones, para que los mismos estén a la misma altura y no sea dispar la aplicación en los extremos con respecto a la parte central del pulverizador.

Fuente: La Nación

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